Desde 2016 equipos están trabajando para construir formas de evaluar el proyecto Comunidades de Aprendizaje en las escuelas. Al final de abril de 2017, con instrumentos preparados y profesionales capacitados, es hora de empezar a hacerse las visitas a los 6 países de América del Sur en los que el proyecto está presente: Brasil, Chile, Perú, Colombia, Argentina y México.

Lucas Sempé, doctorando del área de evaluación y Profesor de la Universidad para el Desarrollo Andino, en Perú, y la consultora Sara Lucchetti Campos son los coordinadores de esta evaluación de impacto (ambos en la foto arriba). Serán dos años de colecta de datos y análisis realizados por alrededor de 15 personas. Hasta el inicio de 2019 podremos verificar los resultados cuantitativos y cualitativos que indican la diferencia que CA imprime en las escuelas y las transformaciones en el comportamiento de las personas involucradas. Mire abajo la entrevista realizada con Lucas sobre cómo se realizará la evaluación en campo y los beneficios para Comunidades de Aprendizaje:

¿Cuál es objetivo de la evaluación de impacto de Comunidades de Aprendizaje?

Lucas – El objetivo es colectar evidencias que enseñen, con datos estadísticos, cuánto contribuye Comunidades de Aprendizaje positivamente en los sitios en los que está presente, verificando resultados alcanzados a corto y medio plazos. La evaluación se hará en escuelas de múltiples contextos y distintos tamaños. Eso va a permitirnos concluir en qué medida el proyecto acarrea cambios en los varios actores – profesor, equipo escolar, estudiante y comunidad.

¿Por qué eso es importante?

Lucas - Para posibilitar que las personas involucradas en el proyecto tengan acceso a las informaciones consistentes y para que escuelas, secretarías y gobiernos, que no tengan conexión con Comunidades de Aprendizaje, pasen a conocer su impacto. Además de eso, hay el uso interno de los datos por el equipo del proyecto, que tendrá evidencias para colaborar en la toma de decisiones.

¿Cómo analizar escuelas que se localizan en contextos tan distintos?

Lucas - Para hacer una evaluación de impacto como esa, tuvimos que basarnos en un gran sustento teórico que indica ser esencial medir características variables en dos grupos de escuelas que sean iguales o lo más semejantes posible.

Por eso, el primer paso es encontrar en cada uno de los municipios escuelas que se parezcan mucho a aquellas que están conectadas al proyecto y analizarlas. En otras palabras, se compararán las escuelas de tratamiento (que implementan el proyecto y formarán parte de la evaluación) con las escuelas de control (que no implementan el proyecto y tendrán los mismos indicadores evaluados).  

Para hacer la elección de las escuelas de control hay técnicas específicas: se analizarán instituciones que estén preferencialmente en los mismos municipios y tengan datos muy próximos de las escuelas de tratamiento, sea respecto al tamaño de la escuela, de los índices educacionales, datos de violencia, suspensión o abandono. 

El segundo paso del trabajo es diseñar una evaluación que permita colectar datos cuantitativos que miden percepción, desarrollo o resultados, y datos cualitativos, que se obtengan en las respuestas de entrevistas y grupos focales.

El análisis se hace por completo, con datos numéricos y no, para mejor comprensión de contextos y de diferencias.

¿Cómo se estructura la evaluación?

Lucas - La evaluación es longitudinal, es decir, evalúa los diferentes grupos por dos años para verificar los cambios a lo largo del tiempo.

En 2016 nuestras principales acciones fueron diseñar un modelo, construir un cuadro lógico y los instrumentos más adecuados. Entonces hicimos una primera validación: aplicamos los cuestionarios en algunas escuelas, vimos lo que parecía efectivo y cuáles alteraciones eran necesarias. También buscamos las escuelas de control de los municipios y la selección de los aplicadores de cuestionarios en los 6 países. Cerramos así en que localidades se realizará la evaluación. En Brasil, por ejemplo, las escuelas están en São Paulo (Cajamar, Mococa y São José do Rio Pardo) y en Bahia (Iraquara y Souto Soares). Tiene también amplia distribución geográfica en los territorios la actuación en México, Chile, Colombia, Perú y Argentina. 

En 2017 realizamos la formación de los profesionales involucrados y hasta el final de abril empezamos la aplicación de los cuestionarios y las entrevistas con profesionales de las escuelas y de la comunidad. Terminaremos esa primera etapa en junio. En 2018 habrá otros momentos de colecta de datos.

¿Qué se evaluará a lo largo de esos dos años?

Lucas - Vamos a verificar cambios en varias dimensiones con base en las aplicaciones de los instrumentos evaluativos realizados con directores, profesores, padres y alumnos de la Educación Básica. Respecto a los estudiantes, nuestro foco será en el uso de la lectura, gusto por la lectura y fluidez verbal, además de cambios en las relaciones interpersonales y participación en situaciones de conflicto en la escuela. Con los educadores, buscaremos acompañar alteraciones en el involucramiento, compromiso con la escuela, mejoría en las relaciones interpersonales, percepción respecto a la participación de los padres, a los problemas en la escuela y al clima. Como se ve, nuestro foco no es medir el desempeño de los estudiantes ni de los educadores, sino que de qué forma el proyecto está funcionando en las escuelas.

¿Cuándo se divulgarán los primeros resultados?

Lucas - A cada coleta de datos haremos un análisis y lo entregaremos de forma sistematizada a cada país. Las informaciones más detalladas se liberarán a cada escuela. En 2017 eso va a ocurrir alrededor de julio. En 2018 tendremos los resultados de 2017 para servir de comparación, lo que ya enriquece el material. Se realizará el producto final de la evaluación al inicio de 2019 con un documento conclusivo y comparativo.

¿Qué mayores dificultades se imagina encontrar?

Lucas - El paso a paso de la evaluación es exigente para los profesionales involucrados, pero el trabajo en las escuelas normalmente se realiza con personas muy involucradas, con deseo de aprender y mejorar. Lo que nos preocupa, entonces, son los factores externos a la evaluación, como asuntos de carácter político que alteren la dirección de la escuela o huelgas que impidan las colectas de datos.

¿Qué buenas noticias se imaginan traer ustedes?

Lucas - Esperamos enseñar resultados que no se valoran tanto en los proyectos y evaluaciones en general, pero que para Comunidades de Aprendizaje tienen mucho sentido, como avances respecto a relaciones interpersonales, habilidades socio-emocionales, cohesión social y solidaridad. Los instrumentos se construyeron con intención de captar ese tipo de información que nos parece tan valiosa.

Por Beatriz Santomauro

Traduzido por Ludmila Maia